Dicen por ahí que cuando uno hace algo con amor, las cosas salen bien. Y así es como empecé yo: haciendo cosas por amor. O mejor dicho: porque me gustaba.

Empecé en el 2012 cuando cumplí 15 años y pude comprarme mi primer cámara profesional. Le sacaba fotos a toooodo. Y así, en 2015, cuando egresé, lo primero que hice fue hablarle a distintos emprendimientos para ir a trabajar con ellos. Gratis, por canje, por un regalito o por simplemente la mención en Instagram.

Así logré trabajar con marcas muy conocidas de distintos rubros y así también: llego MI primer cliente en el que no solo sacaba fotos y grababa videos, sino que todo dependía de mí: vender, subir fotos, editar videos, contar el stock y contestar mensajes. Y me encantaba mi trabajo, así que empecé a trabajar para más clientes que llegaban por recomendación. Casi 20 en poco más de un año. De los cuales aún tengo varios. ¡Una locura!

Y así fue como de curso en curso, pandemia de por medio, no tuve más remedio que estudiar lo que me apasiona. Hice curso de acá y curso de allá, workshops, webinars y la carrera de Marketing y Publicidad Digital en la Universidad Siglo 21. 

Así fue como pasito a pasito, poco a poco, nació mi estudio. Y le digo estudio y no agencia porque somos más que una agencia, mi objetivo no es tener mil clientes, sino hacer un equipo con cada cliente, ser parte y crecer con cada marca, que confíen plenamente en nosotras para manejar su negocio online.

Cada marca y cada día es una transformación continua, única y apasionante de mi camino profesional y en la historia de este pequeño, pero gran sueño que no deja de crecer.

Cada persona es una nueva historia que contar y cada marca una posibilidad de crecer. Tenemos el placer de descubrir y compartir con mucho amor los valores y la esencia de cada negocio en el que nos hacen partícipes y eso nos apasiona.